jueves, 21 de enero de 2016
CAMPAÑA #LosHijosNoSeDivorcian #FunDanna
Los hijos necesitan a sus dos progenitores.
Una madre y un padre no son elementos intercambiables en la vida de un niño. Sus papeles son totalmente complementarios y al exponerse a cada uno de ellos los niños se benefician de formas bastante diferentes.
Cuando un padre se va de casa, priva a los niños de un importante modelo de masculinidad, los niños pierden probablemente el recurso más fiable para aprender lecciones fundamentales sobre el comportamiento masculino adecuado en múltiples facetas: responsabilidad, logro, paternidad, trato con los demás, relaciones con el sexo opuesto y control de los sentimientos agresivos.
Según se ha encontrado, los hijos de sexo masculino de familias donde falta la figura paterna son menos competitivos, les interesa menos el deporte, son más dependientes y se muestran más agresivos, suelen obtener peores resultados escolares y tienen más problemas de disciplina. Si los padres se van de casa cuando los niños están todavía en edad preescolar, los pequeños pueden tener incluso problemas de identidad sexual.
Las hijas de familias donde falta el padre suelen tener dificultades para aprender a relacionarse con el sexo opuesto, incluso muchas de estas niñas acaban convirtiéndose en mujeres que definen la felicidad en función del éxito que tengan con los hombres, la mayoría de estas parejas no funcionan y acaban disolviéndose.
Uno de los mejores predictores de la adaptación de los niños al divorcio es la capacidad de la madre para afrontar el estrés y seguirse haciendo cargo de la educación de sus hijos.
El papel del padre no es menos importante, por un lado liberan a las madres de parte de esta carga emocional, y mientras están con los niños, ellas pueden disfrutar del merecido tiempo libre que necesitan para sí mismas, por otra parte, proporcionan a los pequeños la oportunidad de exponerse a un buen modelo de rol, al poder ver a un hombre y una mujer cooperando en una relación de toma y daca.
Que un niño desarrolle una autoimagen saludable y la capacidad de establecer relaciones afectivas estables cuando crezca depende de que pueda acceder de forma continua a las dos figuras de apego más importantes en su vida, su madre y su padre.
Tenga en cuenta que el divorcio no tiene que interferir este proceso si los padres son capaces de anteponer los intereses de sus hijos ante todo. Si la relación padres-hijos se resiente después de un divorcio, es debido a que los adultos no han sabido cumplir con sus obligaciones como padres.
Asesoria Juridica, psicologica y terapeutica: 0412-0362653 - 0414-9404960 - 0424-4235533.
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