viernes, 12 de febrero de 2016
Confesiones una madre.
¿han sentido alguna vez que dejaron de ser mujer para ser solo madres? ¿ que nadie las toma en cuenta? ¿ que nadie las invita a salir? ¿que han perdido hasta ese sentido de la sensualidad que teníamos antes de ser madres? ¿ han llegado a ese punto de aun siendo jóvenes sentirse viejas?
Justo así me siento yo en este momento, es una tarea tan dura ser madre ( duro pero nunca deja de ser hermoso) , me siento sola a veces, aunque tenga la compañía de mis 3 hijos, hasta el punto de sentir que tener una conversación adulta es cosa esporádica.
Para mi es hasta muy difícil salir de casa a hacer ciertas cosas importantes.
Hasta la vida en pareja cambia, porque dejas de tener tiempo para esos consentimientos en pareja, porque los niños suelen tomarnos todo el día, en llenar y suplir sus necesidades, que terminamos el día tan cansadas, que sentimos que no tenemos ganas de nada más.
Olvido arreglarme, pintarme, peinarme, comprarme ropa, hasta sacarme las cejas, salgo de casa con lo primero que se me atraviese, me lo pongo y solo me miro al espejo para ver si no estoy tan despelucada, al menos presentable.
Siento que no he logrado aun balancear eso de ser madre, mujer y esposa al mismo tiempo, no tengo ni tiempo para pensar en mi, y no logro concentrarme en otras cosas, solo en las preocupaciones de la maternidad.
Mis días suelen pasar entre llevarlos al colegio. tratar de conciliar las peleas de mis hijos por juguetes, cocinarles, bañarlos, acostarlos etc... eso se ha vuelto una rutina muy común.
Se han transformado en noches largas donde despierto mucho atenta a cualquier ruido extraño que hagan los niños, a mis hijos pidiendo agua de madrugada y días llenos de cansancio y sueño, la verdad es que siento que paso el día entero con sueño.
No hay nada mejor para mi que ser madre, es el mejor regalo del mundo, y los niños nos llenan de alegría la vida, son los seres mas hermosos del planeta, y si son nuestros llegan a ser nuestro mundo.
He llegado a transformar por completo esa vida en mi mundo entero, y me he olvidado de que también soy mujer, y llegue a ese punto muerto donde te sientes desplazada por todo y por todos, como si fueras un punto ciego.
No me rendiré en retomar mi feminidad, es algo justo y necesario. Es algo tan duro sentirse así, es una necesidad que aunque por un tiempo aleguemos que no necesitamos salir, ni divertirnos, vamos a necesitarlo tarde o temprano, porque el estrés del día a día nos consume lentamente y hasta nos embota la mente.
Suelen hasta darme ganas de llorar, porque hay tantas cosas en mi cabeza, con respecto a muchas preocupaciones que me siento llena y no se que hacer.
Es un tabú hablar de este tema porque podrían tildarnos de malas madres al querer pensar en nosotras, nos da hasta miedo decir lo que pensamos, pero es algo que muchas mujeres, madres sentimos internamente y nos frustra siempre cargar la careta de felicidad, cuando sentimos que solo servimos para una cosa, y que antes servíamos para muchas mas, aunque sepamos que es falso, que somos muy capases de esto y mas.
A veces necesitamos que nos lo recuerden, aunque ya lo sepamos, unas palabras de aliento, quizás de nuestras parejas, algún familiar cercano, un amigo, nos sentaría bien, y es algo que aunque no lo admitamos, queremos.
Así que tratemos de poner mas cuidado también en nosotras mismas, si nos sentimos bien, ellos lo notaran y también se sentirán mejor, eso es seguro.
Somos mujeres, mucho antes de ser madres, no nos descuidemos, yo pondré muchas ganas en retomar mi pilar mujer, y espero que ustedes tambien
Att Una mamá de 3
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